LA HISTORIA DEL
CÓCTEL
CONOCE LA HISTORIA DEL CÓCTEL, DESDE LA ÉPOCA DE ORO HASTA LA LEY SECA
¿A quién no le gusta un cóctel bien hecho? En una fiesta, todo gran anfitrión conoce unas cuantas recetas de cocteles de otro nivel para impresionar a sus invitados. Además, es probable que ya tengas la mayoría de los ingredientes en tu cocina. Sin embargo, la verdadera introducción a los cocteles fue siglos atrás, hasta llegar a principios de la década de 1800, cuando el alcohol se consideraba más como una medicina que como algo placentero. Toma tu trago favorito y ponte cómodo para conocer la historia del cóctel.
Comencemos con la historia original…
Los bares y pubs han existido desde hace siglos en formas diferentes, pero la década de 1700 fue testigo de la apertura de un sinfín de tabernas y posadas en todo Estados Unidos porque la gente buscaba un lugar donde relajarse y disfrutar de una bebida. De acuerdo con una vieja publicidad de Dr Copp’s White Mountain Bitters, en ese entonces los doctores recetaban licores con infusiones botánicas para cualquier malestar, desde indigestión hasta ictericia; pero en Gran Bretaña, los amargos (bitters) se agregaban con frecuencia a una bebida llamada Canary wine, la cual fue inmensamente popular en Estados Unidos a principios del siglo XIX.
Esto nos lleva al histórico día de 1806 cuando un cantinero de Nueva York creó una bebida a base de licor, azúcar, agua y amargos para el editor de un periódico local, quien la elogió como un “licor estimulante” en su columna. Esta se conoce como la primera mención en la historia de un cóctel en el periódico; gracias a esto, es que se creó el increíble mundo de la mixología que conocemos actualmente.
La Época de Oro
Los cocteles de antaño incluían algunos ejemplos increíbles de inspiración y experimentación. Los cantineros neoyorquinos probaron todo tipo de ideas locas para hacer creaciones interesantes que agradaran al público. Esto dio como resultado el primer libro sobre la preparación de cocteles publicado por Jerry “El Profesor” Thomas en 1862, titulado “The Bartenders Guide” (La guía del cantinero), donde revelaba los secretos de la creación del Old Fashioned y otros clásicos.
En ese entonces, las bebidas se clasificaban como ponches y “slings” (tragos largos que se beben en momentos relajados). Inspirados en las poncheras británicas, los cantineros estadounidenses tomaron la idea y las condensaron en un solo trago. Actualmente, podríamos considerar esto como “tragos largos”, en los cuales se mezcla un trago o dos de licor con jugo y otras bebidas.
El siguiente capítulo de esta historia es uno que el mundo siempre agradecerá: el hielo se volvió más accesible. Seamos honestos, a nadie le gusta un trago tibio. Gracias a las entregas de hielo organizadas por el “rey del Hielo” de Boston, Frederic Tudor, los cocteles fríos y refrescantes se pusieron a disposición del público a lo largo del siglo XIX. Algunos cocteles creados durante esta época dorada son reconocidos hasta el día de hoy, como es el caso del Rob Roy, la versión escocesa del clásico Manhattan; el Morning Glory Fizz, que incluye una clara de huevo y un toque de absenta, y se creó originalmente para “desembotar la cabeza” después de una noche de fiesta; el clásico Mamie Taylor, un twist picante de jengibre en el vaso highball.
Cocteles en la
era de la Ley Seca
Posteriormente, la Ley Seca llegó a los Estados Unidos en la década de 1920, como su nombre lo dice, para prohibir el consumo de alcohol durante 13 años. Esto impidió que los amantes de los cocteles pudieran visitar un bar para beber un highball al salir del trabajo. En su lugar, tuvieron que encontrar una guarida subterránea para beber, una especie de bar clandestino. Sin embargo, como el licor que se vendía ahí no provenía de una destilería profesional, las bebidas estaban más concentradas y eran difíciles de beber. La Ley Seca implicó un cambio; ocultar el sabor del alcohol, lo contrario al objetivo anterior de destacar el sabor del licor.
Esto provocó que se creara una nueva ola de cocteles llenos de sabores intensos que contrarrestaran los licores de mala calidad y los clásicos “tragos largos” como los highballs se volvieron muy populares. La ginebra se volvió muy conocida porque era más fácil de preparar en casa que el whisky. Los cocteles clásicos con whisky como el Old Fashioned y el Sazerac siguieron siendo populares a lo largo de esos años. Mientras la reputación del bourbon decaía debido a que estaba siendo diluido, el prestigio del whisky escocés auténtico se disparó.
Un íconodel estilo
Después de que pasaron 13 largos -y secos- años, el veto se levantó y la Ley Seca finalmente fue abolida. El interés público en los cocteles se elevó gracias a escritores legendarios como Ernest Hemingway, quien con frecuencia escribía sobre su amor por el whisky con soda, el Daiquiri y el Negroni. Cuando llegaron las décadas de 1960 y 1970, la tendencia subió por los cielos. Sabes que los cocteles se han vuelto un fenómeno cultural cuando la frase “un Martini agitado, no mezclado” es la línea más citada de la que podría considerarse la saga de películas más famosa del mundo (James Bond, desde luego).
A lo largo de la historia de los cocteles, siempre se ha celebrado la importancia de un buen whisky escocés. Durante casi dos siglos, el whisky de calidad ha sido la pieza central de los mejores cocteles, combinando perfectamente un sinfín de ingredientes mientras agrega un nivel adicional de intensidad para crear algo con un perfil de sabores excepcionales.
Ahora, abordemos algunas de las preguntas más frecuentes sobre el whisky…
¿Quién inventó el coctel?
Ese es un tema que se ha discutido durante décadas; existen pruebas que señalan a varios lugares, desde Londres hasta México. Sin embargo, muchas personas creen que el crédito pertenece a Jerry Thomas, un cantinero neoyorquino apodado “El profesor” debido a su extenso conocimiento sobre composición de bebidas. Su libro publicado en 1862 titulado “The Bartender’s Guide” (La guía del cantinero) dio pie a que la preparación de cocteles fuese popular a nivel mundial.
¿Qué coctel se creó primero?
Los relatos varían, pero la mayoría de los expertos coinciden en que el primer coctel fue el Sazerac, una mezcla de whisky, absenta, amargos y azúcar. Creado en Nueva Orleans a mediados de la década de 1800, este fue uno de los primeros cocteles que se reconocían por su nombre; sigue siendo un favorito hoy en día.
¿Cuáles son los diferentes sabores de coctel?
Tus papilas gustativas pueden identificar cuatro sabores básicos: dulce, amargo, ácido y salado; podrás encontrar cada uno de estos sabores en las miles de recetas de cocteles que existen, aunque el salado es el menos común. La clave para preparar un coctel excelente es el equilibrio y asegurarse de no predomine solo un sabor. Por ejemplo, tenemos el clásico Whisky Sour. La relación entre los sabores dulce, ácido y amargo funciona perfectamente para crear algo inolvidable y atemporal.
¿Qué sigue?
La buena noticia es que ahora tienes el equivalente a 200 años de recetas y evolución del coctel para que le saques provecho. Regresa a los días de gloria de la Época de Oro y mantén la simplicidad sin perder la elegancia. O puedes viajar un siglo atrás y probar algunos de los icónicos cocteles con whisky al estilo de la Ley Seca. ¿Te sientes extremadamente creativo? Tira la casa por la ventana con jarabes caseros, nuevas combinaciones de sabores o decoraciones dignas de Instagram para impresionar a tus invitados. Nuestras recetas son aptas para todos los gustos, tanto para los que son completamente novatos hasta los más expertos en cocteles.